lunes, 29 de noviembre de 2010

27 de Febrero

El 27 de febrero de este mismo año a las tres de la mañana con 34 minutos, Chile fue víctima de fuerte y devastador terremoto, como también de una gran marejada en los sectores costeros del país. 
Luego del acontecimiento empezaron a volar las noticias, el número de víctimas crece y las pérdidas materiales son innumerables. Personas quedaron sin familia, casa, ropa, etc.

El estudio de la geografía, mencionado por Raquel Gurevich en su texto, tiene como objetivo analizar, interpretar y pensar críticamente el mundo social. Desde este punto de vista se analizara a la sociedad después de este devastador incidente que removió a nuestro país, pero poniendo la mirada en la postura de un Chile el cual, gracias a esto, creció, se fortaleció y desarrollo diferentes virtudes, las cuales lo llevaron lejos aprendiendo una lección de vida y sociedad, en la cual nació el compañerismo y patriotismo, en donde todos se unieron por una causa común: sacar  Chile adelante.

En primer lugar es necesario ubicarnos en el espacio. El epicentro del terremoto de magnitud 8.8 en escala Richter y 9 en escala Mercalli tuvo lugar en las coordenadas geográficas 36º 17` 23` S y 73º 14` 20` W, a una profundidad estimada de 30 km. Ubicado en las localidades de Curanpe y Cobquecura, cerca de 150 kilómetros al noroeste de Concepción y a 63 kilómetros al sur oeste de Cauquenes. Con estos referentes se puede agregar que las regiones que resultaron más afectadas fueron las del Maule y Biobío, que acumulan más de 13 millones de habitantes, cerca del 80% de la población del país. En la capital el sismo tuvo una duración de alrededor de 2 minutos y 45 segundos.
En la zona más afectada, la cual fue Cobquecura, su espacio cambio drásticamente producto de la gran magnitud del terremoto, tanto como el maremoto. Gran parte de las viviendas estaban abajo, la comuna desapareció producto de la inundación junto con las características de la zona logrando salvar 5% de su patrimonio cultural. Esta zona se caracterizaba por ser una industria pesquera al estar ubicada al lado del mar, con un clima templado húmedo, desarrollando una vegetación muy particular de la zona.

Todas las experiencias vividas por cada chileno son irreproducibles, al igual que el compañerismo y solidaridad. Este acontecimiento nos a enseñado a ser mejores personas con un corazón más grande, valorando lo que tenemos y dando gracias por lo que se nos fue dado ¿Cuántos eran los que no conocían a sus vecinos, los que no llamaban a sus familiares, los que no apreciaban lo que tenían estando preocupados simplemente de lo que podía dar frutos o riquezas?  La respuesta era muchos, pero ahora se podría decir que el terremoto de este año cambio a muchos.
Podíamos ver en las noticias a infinitas personas ayudando al más necesitado con ropa, construcción de casas, materiales, etc. Y jóvenes los cuales dejaron sus vacaciones por ir en ayuda de los demás, durmiendo en el suelo, levantando casas, construyendo hogares, entregando abastecimiento a diferentes zonas. Empresarios los cuales dejaron su trabajo para poder aplicar lo que saben a la ayuda del surgimiento de estas zonas. Católicos los cuales van entregando la palabra de Cristo y un mensaje de esperanza. Todo se reducía a entregar cariño y amor, no simplemente a los que les faltaban bienes materiales, sino al necesitado, al que está junto a uno.
                                                                      
Se ven diferentes sociedades o fundaciones de ayuda como la teletón, pequeñas empresas, techo para chile, hogar de Cristo, etc.

En segundo lugar, se hace referencia a esta nueva mentalidad surgida tras el terremoto. Muchos han revalorado sus vidas, viéndose en gran parte por la ayuda que se ha ofrecido. Tomemos las palabras de Víktor Frankl: “Si tienes una meta en la vida, no importan el cómo”, esto fue principalmente lo que unió al pueblo chileno, nuestra meta fue sacar adelante a Chile teniendo en cuenta el territorio material como a las personas en el ámbito espiritual, pero para esto no importo el cómo hacerlo o el proceso, por el contrario, el hacerlo y se pudo ver a través de las miles de ayuda que fueron surgiendo, de una sociedad inquietada por ayudar al otro. Esto simplemente nos llena de orgullo.

Para terminar se puede concluir que luego del desastre producido por el terremoto y maremoto el año 2010, se puede decir que tuvo una doble impacto: un terremoto físico y otro interno. Es decir, a pesar de las pérdidas materiales, los chilenos aprendieron a entregarse a los demás, dejando un poco de sí y valorando lo que tienen en frente de ellos.

Bibliografía:

Gurebich, Raquel. “Un desafío para la geografía: explicar el mundo real” Capitulo III.